Entre nosotros
Todo fuedemasiado caótico cuando supe la horrible verdad.
Al principio llegaron enfermedades respiratorias extrañas , luego se declararon las pandemias y confinamientos. Finalmente el uso de mascarillas y careta fue obligatorio, cuanto más cubrieras tu rostro mejor.
Pero una noche de otoño logré ver a los seres que se aprovechaban de la situación.
En una calle desolada. Logré ver un poco de ropa tirada por los suelos , me dirigí hacia un pequeño sendero cerca de un parque y ahí lo vi.
La luz de la luna iluminaba un poco el escenario, los árboles se mecian violentamente movidos por un aire frío y fétido. A unos metros de mi vi a una persona jalando a un sujeto desnudo, lo arrastró hacia unos matorrales y luego se quitó el tapabocas, su rostro se miraba partido y al abrir su boca, pudo notarse una serie de afilados dientes, los cuales poco a poco se dividía su maxilar inferior y superior en tres partes, evocando un rostro monstruoso salido de la peor de las pesadillas, en su interior se apreciaba más dientes filosos y una larga lengua bífida.
Se acercó a su presa y la empezó a devorar poco a poco. Sacando sus tripas y abriendo su tórax con sus manos con garras filosas.
Me escondí detrás de unas bancas y temblaba de miedo. Mi celular se había descargado y no podía grabar la escena. El hacerlo seguramente me llevaría a un final parecido al del sujeto.
Empecé a gatear lentamente hasta alejarme del lugar. Una vez hecho esto, me levanté y corrí, lo más lejos del sitio.
Algunas otras personas caminaban hacia dirección al parque , y me observaron con unos ojos con un tenue brillo carmesí. Sus bocas no se miraban por el cubrebocas , pero seguramente eran bestias como del que escapaba.
Me pregunté si tal vez había más monstruos que se escondían entre nosotros. Tal vez el descubrirlo nos llevaría a la muerte…
– AJEDSUS
El Axioma (Revista) 